Que suerte tienen en el cielo, que ahora tienen a mi abuela.

He soñado contigo ¿sabes? Sí, estabas a mi lado, otra vez. Y al despertarme, me lo he creído, pero no, no estás, no volverás y lo peor de todo es que se me cae el mundo encima sin ti. Y, si te digo la verdad, llevo semanas soñando con eso, con volverte a ver, con tenerte conmigo, con tus besos en la mejilla, con tus abrazos débiles pero cálidos... Puede que sí, que parezca estúpida, pero es que te echo de menos y sé que desaproveché muchos contigo. Te juro que me arrepiento de todo lo que hice que te pudiese molestar o hacer daño. Recuerdo como si fuera ayer el último día que te vi. Sé que lo notaste, estaba haciendo todo lo posible por esconder esa lagrimilla que se me escapaba por mucho que me empeñara en no llorar e intentar sonreír, para que me recordases como yo quería, feliz. Te has ido, pero sé que conmigo se ha quedado tu amor, tu bondad, tu carisma y tu alegría. Te recuerdo mucho y siempre sonriente, nunca dejaste de tener esa sonrisa en la boca, y eso es una gran lección que me diste. Siempre estarás conmigo, dándome tu fuerza y tu energía, pues que eras pura como el agua, eras bondad y todo alegría. Me siento la nieta más afortunada de este mundo por haberte tenido siempre conmigo y es que bien sabes que todo el que te conoció de ti se enamoró. Que suerte tienen en el cielo, que ahora te tienen ellos